miércoles, 3 de diciembre de 2008

CONSTELACIONES FAMILIARES

Somos la emergencia de una totalidad que viene evolucionando, aprendiendo, y mejorándose a sí misma a través de muchas generaciones. 

Las constelaciones familiares son una técnica innovadora que permite el abordaje de situaciones familiares actuales o antiguas que aún repercuten en el hoy, y que ejercen un efecto negativo en las personas.

¿Podemos pensarnos a nosotros mismos sin pensar de donde venimos? Cuando digo “de dónde venimos”, no lo digo sólo en el sentido geográfico sino también en relación a las personas que nos dieron la vida y nos enseñaron a interpretar el mundo, transmitiéndonos tanto la genética como su visión de la realidad, sus recursos y sus limitaciones para lidiar con ésta. Los antepasados son parte del Aquí y Ahora en la configuración individuo-familia

Hoy en día los abordajes psicoterapéuticos cada vez más consideran observar el campo en el que el individuo se encuentra inserto; es decir que ya en estos días no se concibe la existencia humana independientemente de sus circunstancias y una parte de esas circunstancias son la historia de su familia (situaciones traumáticas, valores, mitos, temas no resueltos, etc.).

Si hemos de mirar a una persona, debemos considerar sus interacciones con el medio del cual forma parte. Desde este punto de vista la totalidad de que somos parte se expresa a través de las conductas de cada uno de sus integrantes, buscando su mejoramiento, su crecimiento y su aprendizaje. Entendamos que no sólo heredamos de nuestros antecesores la genética, sino también experiencias, talentos, logros, miedos, situaciones inconclusas, etc.

Así, muchas de nuestras acciones no tienen otro objetivo que el de cerrar historias que nuestros mayores no pudieron cerrar, y, aunque creamos que “siempre elegimos libremente”,  muchas veces estamos guiados inconscientemente por una necesidad del sistema del que somos parte más que por una necesidad personal. Como quiera que sea, nuestras características constitutivas y/o estructura condicionan enormemente las opciones disponibles.

El trabajo de constelaciones familiares emplea una mirada de campo (mira un sector de la realidad usualmente más amplio que uno o varios individuos). Usamos el método fenomenológico (observar los fenómenos, es decir aquello que se muestra como evidente) para observar las interacciones, leídas como lealtades, identificaciones, proyecciones, introyecciones, confluencias, exclusiones, etc; tanto conscientes como inconscientes, entre los miembros de una familia, ya sea que pertenezcan a la misma generación como a generaciones anteriores.

Esto nos permite comprender algunas dinámicas reiterativas dentro de las familias o problemas que no parecen tener un sentido personal sino un sentido para el grupo como intentos del sistema de hacer algún aprendizaje. Para ello en las constelaciones nos valemos de representantes del público ubicándolos en un espacio que representa el espacio familiar, y estos, desde las sensaciones que les provoca ocupar ese lugar dentro de esa familia, nos darán información para intentar un cambio en la imagen del consultante, y una reparación en la dinámica perturbada.

Sabemos que el cambio en una de las partes provocará un cambio en la totalidad, por eso cuando alguien modifica una imagen a través de una constelación el cambio se observa en otros miembros de la famita también, aun no habiendo participado éstos del trabajo.

Si hablamos de dinámicas perturbadas tenemos una hipótesis de cómo las dinámicas deberían ser, en este sentido hay principios básicos que deben observarse a los que Hellinger. El creador de las Constelaciones familiares, llamó los "órdenes del amor" que ya habían sido señalados por algunas líneas terapéuticas como la sistémica y la transaccional.
Podemos sintetizar estos principios de la siguiente forma:

- Los que llegaron antes tienen prioridad sobre los que llegan después.- Nadie que tenga el derecho de pertenecer puede ser despojado del mismo.
- Tienen el derecho a pertenecer no sólo los integrantes de la familia (parientes) sino también aquellos cuyo sacrificio resultó en algún beneficio para la familia.
- El amor fluye de los que llegaron antes hacia los que llegan después, cualquier interrupción del flujo de amor perturba la dinámica de las relaciones que tengan lugar luego.

¿Que cosas pueden interrumpir dicho flujo?
Muchas, como por ejemplo la muerte temprana de la madre, la separación de amor, el no estar listos por algún motivo para asumir los papeles de padre o madre, enfermedades mentales, el no haber recibido lo que se necesita como hijo dificulta tambien el ser padres. 

Así como la autoregulación, autoorganización y autopoiesis guían los procesos biológicos, personales, familiares y grupales; para Hellinger da el nombre de "alma familiar" y/o el "gran alma" a la fuerza que guía a los miembros de una familia o de un grupo o una comunidad. Hellinger sostiene que esa guía del Gran alma sigue las leyes de los órdenes del amor. Esta aseveración no debe, sin embargo, llevarnos a creer que la unica forma de familia posible es la dada por el modelo patriarcal. Hay otras formas de organización de los sistemas humanos que han probado ser evolutivamente efectivas.

Según los órdenes del amor, existen dentro de los sistemas humanos jerarquías y estos derechos de los integrantes de una familia no son equitativos sino que son diferenciados según el momento en que esta persona pasa a formar parte del sistema (como ya dijimos el que llegó antes tiene prioridad). 

El “todo” (la familia en este caso) se expresa en cada parte, y este todo determina la función de cada uno de sus componentes y sus posibilidades de elección en cada momento. No es igual nacer en Brasil, en Argentina o en Suiza o Irak, no es lo mismo se hijo que ser padre.

Normalmente en las psicoterapias clásicas se considera que la historia del paciente empieza en el momento de su nacimiento, en la mirada transgeneracional es como si nuestro paciente fuera la familia y no una persona, y lo que miramos es la evolución de esa familia y las condiciones dadas en el momento de la nacer la persona que consulta, asimismo el efecto que provoca su llegada en el sistema. Así podemos comprender cómo y para qué surge una dinámica determinada, por ejemplo una enfermedad, a partir de las interacciones en el sistema en que existe esa persona.

Desde esta concepción, cuando una persona consulta, la estrategia será intentar sanear la dinámica subyacente a la consulta, es decir el grupo familiar todo, sabiendo que así se sanearán sus partes, incluido el consultante. Desde esta estrategia, el motivo de consulta no es necesariamente atendido o “resuelto” de forma alopática, es decir un medicamento para cada síntoma, ya que hay un "todo mayor" que merece toda la atención y que si ese "todo mayor" restablece su equilibrio entonces el motivo de consulta se verá resuelto también.

Sintetizando, podemos decir que no existen síntomas individuales; que ellos ocurren por causa de la interacción con el campo en que existimos y por lo tanto es allí donde debemos mirar y no al “individuo” para mejorar las condiciones.

Hemos comprobado que los cambios en una “parte” (un miembro de una familia) cambian la cualidad de toda la familia. En este sentido el cambio en ese miembro opera cuando logra hacer una nueva lectura del ambiente y desde allí desarrolla nuevos recursos. 

La solución requiere valor del terapeuta para mirar abiertamente la realidad, valor que por regla general sostiene el terapeuta siempre que se mantenga independiente, conozca y afirme los órdenes que actúan en los sistemas y se someta a ellos con respeto... Toda solución, es siempre única e irrepetible, por lo tanto el terapeuta, al trabajar en constelaciones familiares, procede de una manera fenomenológica, sin autoritarismo, respetando los contenidos que los representantes traen sea que coincidan o no con su hipótesis, y quien coordina debe estar abierto a soltar siempre su propia hipótesis, y su deseo, para abrirse a la verdad que el sistema le muestre. Deberá vaciarse de conocimiento y exponerse a un contexto oscuro hasta que de repente llegue la claridad, o no. La única forma de lograrlo, será teniendo presente y respetando a todos los implicados, sobre todo a la persona que lleva la carga.


Contacto con Guillermo Leone




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